Inflación en línea, mejora de expectativas con algunos riesgos
La inflación de julio fue practicamente cero: el Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó apenas 0,05%, por debajo del 0,3% que esperaba el mercado. Esto consolidó la inflación interanual en 4,5%, justo en el objetivo definido por el Banco Central del Uruguay (BCU). La desacelaración se explicó por caídas en vestimenta, vivienda, agua, electricidad, gas y recreación, que compensaron leves subas en alimentos, transporte y cuidado personal.
Más relevante que el dato puntual fue la señal de confianza que dejaron las expectativas. En el horizonte de 24 meses - el que el BCU considera clave apra definir su tasa de interés - las proyecciones de inflación que bajaron a 5%. Es la tercera mejora consecutiva y, por primera vez en mucho tiempo, las tres medidas que monitorean el BCU (analistas, empresarios y mercado financiero) se ubican dentro del rango de tolerancia de 3-6%.
Tal como mencionamos en una edición anterior, el BCU ya había recortado en julio la tasa de política monetaria en 25 puntos básicos, llevándola a 9%. El recorte respondió a un escenario de inflación contenida y expectativas en descenso. En ese momento, el BCU señaló que, si la tendencia se consolidaba, podrían aplicarse nuevos ajustes.
Sin embargo, persisten ciertos riesgos que podrían complicar el anclaje definito de las expectativas. Estos riesgos provienen de factores fuera del alcance del BCU, como la política fiscal que surja de la próxima Ley de Presupuesto y lso resultados de la ronda salarial. Aunque las pautas actuales no generarían presiones infleccionarias, una menor productividad o acuerdos por encima de lo previsto podrían encarecer los costos laborales y poner en riesgo la estabilidad de los precios.
El 19 de agosto, en su próxima reunión, el Comité de Política Monetaria volverá evaluar la evolución del escenario, aunque varios de estos factores aún seguirán abiertos.
SOFIA KATZENSTEIN