La inflación sorprende a la baja y el dólar profundiza su caída

La inflación volvió a sorprender a la baja en el mes de noviembre. El IPC mensual fue de apenas 0,14%, la mitad de lo que proyectaban los analistas consultados por el Banco Central, y con este dato la inflación interanual se ubicó en 4,09%, por debajo de la meta puntual del 4,5% que fijan las autoridades. Es el cuarto mes consecutivo en el que la inflación permanece dentro del rango e incluso por debajo del objetivo, algo que hasta hace poco parecía difícil de sostener.

Al examinar el índice, se ve un noviembre con dinámicas muy distintas según el rubro: la salud lideró las subas por el aumento de los tickets de medicamentos y el transporte aumentó por el ajuste en la tarifa de taxis. Sin embargo, estas presiones fueron compensadas por la caída en alimentos y bebidas no alcohólicas, especialmente verduras y legumbres. Acá vuelve a aparecer un factor que ha sido determinante durante todo el año: el dólar barato, que abarata productos importados o que compiten con importaciones. No es casualidad que la inflación de bienes transables (los más sensibles al tipo de cambio) esté en 3%, mientras que la no transable (más asociada a servicios locales) se mantenga bastante más arriba, en 5,7%.

Desde comienzos de año, el dólar acumula una caída superior al 11%. Si miramos la región, Brasil, Colombia, Paraguay, México o Perú, la historia es muy similar: en la mayoría de los mercados emergentes el dólar también perdió más de 10% frente a sus monedas. Uruguay no es la excepción, lo que muestra que el fenómeno es en gran medida global. 

Ahora bien, en un contexto en el que la Tasa de Política Monetaria viene bajando de forma sostenida, cuatro recortes consecutivos, de 9,25% a 8% y podría seguir descendiendo, es posible que la caída del dólar empiece a moderarse. Un entorno de tasas más bajas suele quitarle parte de la presión bajista al tipo de cambio. La reunión del Comité de Política Monetaria del 23 de diciembre ayudará a confirmar hasta dónde puede sostenerse esta tendencia.

Aun así, más allá de las decisiones locales, lo que suceda con la divisa norteamericana en los mercados internacionales seguirá siendo el factor decisivo. 

SOFIA KATZENSTEIN

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Un trimestre sin avances y una calificación sin sorpresas