Optimismo renovado en los mercados: alivio comercial y señales positivas desde EE.UU.

Los mercados vivieron una semana corta (por el feriado de Memorial Day en EE.UU.), pero intensa. La semana cerró con una leve ganancia en todos los mercados desarrollados.

Luego de la llamada entre Ursula von der Leyen y Donald Trump, en la que acordaron respetar el plazo de 90 días para las negociaciones con aranceles del 10% - y no aumentarlos al 50% a partir de junio, como había sugerido Trump días antes-, los mercados se vieron aliviados. También se anunció el compromiso de acelerar las negociaciones, que hasta el momento venían mostrando un avance casi nulo, con el objetivo de cerrar el acuerdo antes del límite en julio. Además, hay varios acuerdos con otros países próximos a cerrarse, que probablemente se anunciarán en las próximas semanas.

En cuanto a las noticias económicas de la semana, la confianza del consumidor se recuperó notablemente en EE. UU., regresando a los niveles de febrero, previos a los anuncios de aranceles de Trump. Este es un indicador importante, ya que está relacionado con el consumo futuro en ese país.

También conocimos el indicador GDPNow de la Fed de Atlanta, que estima el crecimiento del PBI para el segundo trimestre del año. Su último valor proyecta un crecimiento del 2,2%, notablemente superior a los valores negativos del trimestre anterior, y aleja los temores de una recesión este año.

Por último, en EE. UU. también se conocieron los datos de inflación de abril según el índice PCE, el preferido por la Fed. En los últimos 12 meses, la inflación según este índice fue del 2,1%, mientras que, excluyendo energía y alimentos, fue del 2,5%. Estos valores están muy cerca del objetivo del 2% que persigue la Fed, aunque se estima que el mayor impacto de los aranceles sobre la inflación se verá en los meses de mayo y junio.

Con la noticia de una inflación controlada, las tasas de los bonos estadounidenses disminuyeron levemente en la semana, reduciendo la presión sobre otros activos financieros. La tasa del bono a 10 años terminó en el entorno del 4,40% (la semana anterior estaba por encima del 4,50%), mientras que la del bono a 30 años se ubicó en torno al 4,90% (frente al 5% de la semana anterior). Esto beneficia tanto a la renta fija —que se ve impulsada por la baja de tasas— como a los activos de riesgo, que encuentran un entorno más favorable.

AGUSTIN QUEIJO

Anterior
Anterior

El mercado celebra: señales de crecimiento en EE.UU. y baja de tasas en Europa

Siguiente
Siguiente

Trump, Moody’s y las tasas: Una combinación explosiva para los mercados