Nafta, tasas y señales en busca de certezas
Esta semana, el gobierno comunicó dos decisiones relevantes: una sobre cómo se fijarán los precios de los combustibles, y otra sobre la tasa de interés. Medidas distintas, pero con un objetivo común: dar más claridad, previsibilidad y certezas en un escenario desafiante.
Desde junio, los precios de los combustibles ya no se ajustarán mensualmente, sino cada dos meses, dentro del plazo máximo que permite la normativa vigente. Además, se introdujeron nuevos topes de ajuste vinculados al Precio de Paridad de Importación (PPI), que estima cuánto costaría importar los combustibles desde el exterior.
El nuevo esquema es el siguiente:
Si el PPI varía entre –7% y +7%, el precio local se ajustará en la misma proporción.
Si la baja es mayor a –7% pero menor a –21%, se limitará a una baja de 7%.
Si la suba es entre +7% y +21%, el ajuste será de 7%.
Si la variación es mayor al 21% (en cualquiera de las dos direcciones), el gobierno tendrá mayor margen para decidir.
A partir del domingo 1° de junio:
La nafta baja $0,07, quedando en $78,47.
El gasoil baja $2,39, a $47,03.
El supergás se mantiene sin cambios, a $1.150 la garrafa de 13 kg
Por otro lado, el Banco Central decidió mantener la tasa de política monetaria en 9,25%, tras la suba realizada en abril (como contamos en nuestra nota del 13 de abril). Esta tasa es su herramienta principal para controlar la inflación y anclar expectativas.
El Comité de Política Monetaria (CoPoM) evaluó señales encontradas:
A favor de mantener la tasa: la inflación interanual disminuyó de 5,67% en abril a 5,36% en mayo, y las expectativas para 2025 y 2026 bajaron levemente. Además, se revisó a la baja el crecimiento económico esperado para el corto plazo.
En contra: la inflación núcleo (que excluye los precios más volátiles como frutas, verduras y combustibles) se mantiene elevada y persistente, y las expectativas aún superan la meta oficial del 4,5%. A esto se suma la incertidumbre internacional.
El BCU optó por mantener la tasa y esperar más información antes de tomar una nueva decisión.
En resumen
Tanto el Poder Ejecutivo como el Banco Central buscaron esta semana dar señales de estabilidad. Con nuevas reglas para los combustibles y cautela en política monetaria, el mensaje es claro: cuando la economía manda señales mixtas, lo importante es que las respuestas sean claras.
SOFIA KATZENSTEIN