Expectavias empresariales: cautela afuera, resiliencia adentro

La consultora Exante publicó los resultados de su última Encuesta de Expectativas Empresariales, un termómetro semestral que permite leer cómo ven el país los gerentes y altos ejecutivos de empresas grandes y medianas. La edición de octubre mostró un mensaje doble: un deterioro claro en la percepción del entorno económico, pero una visión bastante más estable (e incluso algo optimista) sobre la marcha de las propias empresas.

El primer ajuste aparece en el clima de negocios. Aunque la mayoría de los empresarios aún lo califica como “bueno”, la proporción cayó del 90% hace un año al 56% hoy, mientras crecen las respuestas “regulares”. No se trata de un giro hacia el pesimismo (solo 5% lo considera “malo”), pero sí de un corrimiento hacia una mirada más cauta. En las respuestas abiertas predominan menciones a la conflictividad sindical, la burocracia, la presión de costos y un entorno que ya no se percibe tan favorable para invertir. Más de un tercio cree que el clima de inversiones va a empeorar en 2026.

También se moderan las expectativas sobre la economía. En promedio, los ejecutivos proyectan que el PIB crecerá 1,6% el año que viene y que el crecimiento tendencial rondará el 1,7% en tres o cuatro años, ambos por debajo de las estimaciones del equipo económico. Sin embargo, el panorama no es homogéneo: el manejo de la inflación es el área mejor valorada del gobierno y más del 90% prevé que los precios se mantengan por debajo de 6%, un hito en la historia reciente de Uruguay.

La paradoja surge cuando se mira puertas adentro. A diferencia del entorno, la mayoría de las empresas espera estabilidad y, en muchos casos, mejoras. El 37% proyecta que su situación será mejor en 2026 (tres veces más que quienes ven una mejora en la economía) y más del 40% prevé aumentar producción e inversión. El empleo muestra un tono neutro: la mayoría no prevé cambios en su personal, lo que sugiere una moderación, pero no una caída.

En definitiva, la encuesta deja un mensaje que parece contradictorio pero que explica bien el momento económico: peor clima para hacer negocios, pero empresas relativamente estables, con proyectos de inversión e incluso expectativas de mejora.

Esa convivencia entre cautela y resiliencia será clave para entender 2026.

SOFIA KATZENSTEIN

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